Reflexiones sobre el concepto de densidad de la red de alta velocidad
21/2/2017
La densidad de la red ferroviaria de alta velocidad, sea en relación con la superficie o con la población del país, es utilizada en ocasiones para juzgar su adecuación para atender eficientemente las necesidades de movilidad.
Sin embargo, la utilidad de este indicador es dudosa: en primer lugar, porque la densidad en si misma es poco relevante si no se pone en relación con las distancias, distribución de la población y otros indicadores territoriales; y en segundo lugar, porque la densidad debe medirse para el conjunto de una red, no para alguna de sus partes. En el caso de España, la densidad de líneas de alta velocidad es elevada en comparación con la de otros países, pero la red total (en la que las líneas de alta velocidad están totalmente integradas) sigue siendo pequeña, por debajo de la mitad de la media mundial y en valores próximos a los que ha tenido en los últimos cien años. Las líneas de alta velocidad han venido a sustituir a líneas que se han cerrado, manteniendo semejante la longitud y densidad de la red.
En suma, el hecho de que la ratio entre kilómetros de línea de alta velocidad en España y la superficie del país sea más alta que otros lugares, no significa inadecuación de la red, o exceso de prestaciones, ni tiene ningún sentido especial. Por el contrario, puede afirmarse como se muestra en este artículo, que las líneas de alta velocidad en España apenas han sustituido en cuanto a longitud a las líneas cerradas, por lo que la densidad sigue siendo baja. Sin embargo, la funcionalidad, prestaciones y tráfico de la red ferroviaria han aumentado con la llegada de la alta velocidad.
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